Cuarenta días de protesta contra el pecado

14.02.2024. En este inició de la Cuaresma el Rector Nacional, P. José Fuentes Cano, nos invita a organizar un plan de cuaresma para protestar contra el pecado y caminar rumbo a la Pascua que nos trae la verdadera libertad.

 

CUARESMA 2024

Cuarenta días de protesta contra el pecado

1.- Comenzamos un tiempo especial de penitencia, el tiempo de cuaresma. Cuarenta días de protesta contra el pecado. Si miramos el mundo vemos la presencia del pecado en forma muy obvia y alarmante. Vemos la situación de la guerra, con miles de muertos por la ambición expansionista de un país, vemos las muertes del terrorismo en el mundo, vemos como en Latino América regresan las dictaduras, las imposiciones, de otra forma, más camufladas, pero con el mismo fin, acabar con la libertad del ser humano, negar la justicia independiente. La crueldad del ser humano, la amenaza del hombre contra el hombre, el hombre lobo del hombre, es una realidad.

Hay mucha crueldad, mucho odio, mucha imposición de unos a otros, poca libertad, mucho hacernos sufrir, mucha búsqueda de poder por el poder, ambición de dinero, de poder.

El ansia de placer, la erotización ambiental, la pornografía, la trata de personas, el tratarnos unos a otros como objetos y no como personas, está de moda y está llevando a la humanidad a una situación de mucho sufrimiento.

2.- Es necesario protestar contra el pecado. Pero no una protesta violenta o rabiosa, sino una protesta a la presencia del pecado en nosotros, Queremos reconocer el pecado en nosotros y caminar hacia la libertad. Queremos ser libres del poder del pecado en nosotros.

3.- La cuaresma es ponernos en camino hacia la pascua, hacia la celebración de la muerte y la resurrección de Cristo, hacia la celebración anual de la victoria de Cristo sobre el poder del pecado y la muerte.

Nosotros también hemos vencido el poder del pecado y la muerte en el bautismo, pero ese bautismo necesita renovación. Necesitamos renovar el bautismo. No podemos dejarlo inactivo, sin fuerza en nosotros. Necesitamos mucho Espíritu Santo para luchar contra ese poder del pecado en nosotros. Nos ponemos en camino hacia la pascua. En la pascua renovaremos el bautismo, volveremos a decir, renuncio al pecado, renuncio a satanás, renuncio a las seducciones del mal.

4.- Comenzamos la cuaresma reconociendo que también nosotros somos esclavos del poder del pecado. También a nosotros nos falta mucho para vivir en plenitud como Hijos de Dios. También nosotros hacemos sufrir a otros, también en nosotros falta libertad. También nosotros somos esclavos de la ira, de la violencia, del afán desmedido de dinero, del deseo de poder y prestigio y de la búsqueda de placer por placer. También somos esclavos del poder del mal. ¿En qué nos estamos dejando esclavizar por el poder del demonio? ¿En qué somos esclavos del pecado?

5.- Y esa protesta comienza por ponernos la ceniza, recordando que somos polvo y volveremos al polvo. Nos creemos mucho, pero somos poca cosa, o mejor, somos mucho por el amor de Dios que nos elige y nos cuida, pero somos poco por nosotros mismos. Somos puro orgullo, pero no hay razones para el orgullo, porque somos polvo y al polvo volveremos. ¿Qué queda de un cadáver cuando pasan años en la tumba? Polvo. Eso somos humanamente. Eso nos recuerda la ceniza.

Pero por el amor de Dios somos mucho más que polvo. El amor de Dios nos resucitará y nos dará una vida eterna. El amor de Dios es entonces lo verdaderamente importante. Vamos entonces a darle más importancia a Dios y menos a las cosas del mundo, porque realmente lo que seremos se lo debemos a Él.

6.- Debemos liberarnos mediante el ayuno y la abstinencia, tal vez no solo de carne, tal vez necesitamos ayunar y abstenernos de demasiado tiempo de televisión, redes sociales, videos en el celular, para orar más, para tener más ratos de reflexión. Prívate en cuaresma de lo que no te deja orar, o meditar, o leer un buen libro y dedícate a otras cosas que te ayuden a limpiar tu mente de imágenes, de ideas sucias, de dispersión, para buscar la libertad.

Tal vez es necesario abstenerse y ayunar de conversaciones inútiles, de crítica a los demás, de demasiadas conversaciones que nos llenan la mente de negatividad.

Tal vez es necesario privarse de alcohol, de fiestas, de pornografía, de adicciones que nos tienen esclavos para ponernos en camino hacia la libertad.

7.- Y todo eso hacerlo ante Dios. Ayunar de todo eso, sabiendo que Dios nos ve.

Hacer limosna, puede ser un buen tiempo para visitar a un familiar enfermo, para hacer una buena obra con las personas que sabemos necesitan de nosotros.

Puede ser un buen tiempo para la oración, para meditar la Palabra, para participar en la misa, para tener más en cuenta a Dios en la vida.

Hazte un plan de cuaresma, ponte en camino hacia el encuentro con el Señor en la Pascua que celebraremos en cuarenta días.

P. José Fuentes Cano
Rector Nacional
Universidad Católica Boliviana «San Pablo»

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