BENDICIÓN E INAUGURACIÓN DE LA CASA DEL RECTORADO NACIONAL 29-10-2024

Excelencia Reverendísima Mons. Oscar Aparicio Céspedes, Arzobispo de Cochabamba y Gran Canciller de la Universidad Católica Boliviana San Pablo.

Sres. Obispos miembros de la Junta Nacional, Mons. Fernando Bascopé Müller, Obispo Auxiliar de la Diócesis de San Ignacio de Velasco y Presidente del Área de Educación de la Conferencia Episcopal Boliviana. Mons. Ricardo Centellas, Arzobispo Primado de Sucre, Vicepresidente de la Conferencia Episcopal y Presidente de la Sede de la UCB en Sucre.

Obispos Ex grandes Cancilleres de la UCB, Mons. Edmundo Abastoflor Montero, Arzobispo Emérito de La Paz, Mons. Jorge Herbas, Obispo Prelado de Aiquile, Mons Jesús Juárez Párraga, Arzobispo Emérito de Sucre.

Sres. Obispos presentes.

Distinguidos miembros del cuerpo diplomático a quienes agradezco su presencia en este acto: Excelentísimo Sr. Fernando García Casas, Embajador de España en Bolivia.

Autoridades Nacionales de la UCB: Dra. Mónica Daza Ondarza, Vicerrectora Académica, Mgter. Marcos Delgadillo, Vicerrector Administrativo Financiero y Dra. Ivana Lira, Secretaria General interina.

Sres. Administradores Nacionales académico, Susan Santillán, de investigación, Innovación y Desarrollo, Dr.Javier Prudencio, de Administración, Mgter, Cecilia Reyes.

Rectores de nuestras sedes en Cochabamba, Mgter. Ruth Riskowsky, Santa Cruz, Mgter. Oscar Ortiz, Tarija, Mgter. José Loaiza, Sucre. Dra. Grace Paredes y Oruro con sus representantes.

Autoridades de la Sede La Paz, con mi agradecimiento por su inestimable colaboración en la puesta en marcha de esta casa, Dra. Ximena Peres Arenas, Rectora de la Sede, con su equipo Dra. Yolanda Ferreira Arza, Directora Académica y Mgter. Raul Boada, Director Administrativo Financiero.

A las empresas constructora y supervisora que han colaborado en la construcción de esta casa, al Arquitecto Bolívar, Arquitecto Rojas, a los azulitos, muchas gracias a todos, al Ingeniero. Dr. Prudencio que los ha coordinado.

Al personal administrativo y docente de las diferentes sedes.

A mis comunidades de Salesianas Misioneras y Cristo Pastor que son los que me animan cada día en mi misión, muchas gracias. A mi Parroquia Jesús Obrero de El Alto.

A todos los invitados presentes: gracias por su presencia en la celebración de este avance para la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”.

He dicho bien: este avance. Las nuevas oficinas del Rectorado Nacional representan un avance, un progreso, dado que inaugurar nuevas oficinas es progresar. Las nuevas oficinas permitirán un trabajo de equipo de los que trabajamos en el Rectorado Nacional. Poco a poco, en un proceso, iremos pasando a este nuevo lugar todos los que formamos el equipo de trabajo del Rectorado Nacional de la UCB. Hoy inauguramos la primera fase, que permitirá el paso de un buen número a estas modernas oficinas. En breve comenzaremos la segunda fase, refaccionando el edificio aledaño, tras esta casa, y embelleciendo aún más los jardines. En una posible tercera parte, construiremos —ojalá— un nuevo y moderno edificio que albergue la totalidad del personal del Rectorado Nacional.

Realizar un trabajo eficiente y efectivo nos exige la convivencia diaria en estas instalaciones, el intercambio de ideas y la presencia física de todos en este lugar. Me parece muy importante, para reforzar la idea estatutaria de una universidad única y nacional, que constituyamos un equipo unido por la fraternidad, la amistad y la mutua colaboración en un proyecto común. Esta casa debe ser para nosotros, los colaboradores de este proyecto que es el Rectorado Nacional, un hogar de construcción de espíritu de familia, de contagiar ese espíritu a toda la UCB.

Pero, al mismo tiempo, nuestras nuevas instalaciones fomentarán la necesaria descentralización, que es el nuevo valor de acuerdo con nuestros estatutos, ya que la Sede La Paz necesita también su autonomía y cierta distancia del Rectorado Nacional, sin que perdamos la tradicional cercanía y amistad mutua que nos caracteriza.

El contacto continuo del Rectorado Nacional con las actividades de la Sede La Paz hace que tengamos los pies en la tierra de la universidad y no tomemos decisiones desde lo ideal, sino desde la realidad y el diálogo continuo. Ese diálogo no debemos perderlo, por ello les digo a los hermanos de la Sede La Paz: aquí tienen su casa, y expreso mi deseo de que sigamos teniendo nuestra casa en la de ustedes. Aquí tenemos buen café y una cocina para vernos y encontrarnos como en un verdadero hogar.

La intención que ha movido la puesta en marcha de este nuevo proyecto que es la casa del Rectorado Nacional es muy buena: hemos querido construir una necesaria autonomía al equipo del Rectorado Nacional, para tomar conciencia de que estamos al servicio de nuestras ya seis sedes. Servimos a un proyecto grande, un proyecto nacional, un proyecto de universidad única que se va construyendo en respeto, en colaboración y teniendo en cuenta las peculiaridades de cada una de las sedes. El Rectorado Nacional debe estar imbuido de un espíritu de servicio al proyecto de cada sede. No estamos para poner trabas, para hacer más difícil a las sedes el ya duro trabajo de cada día, sino para facilitar ese trabajo. Estamos al servicio de cada una de las seis sedes, y ese debe ser el espíritu que debemos construir en esta casa: un espíritu de servicio, como el que Jesús de Nazaret nos ha enseñado cuando nos dijo: “El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir” (Mt 20,28).

También queremos que esta casa sea un lugar de recuerdo y homenaje a la historia, de agradecimiento y de acogida de todos los que han sido protagonistas y han aportado a la construcción de la historia de la UCB. Por ello, comenzamos este día inaugurando también nuestra galería de grandes cancilleres y de rectores nacionales de la Universidad Católica Boliviana, que iremos, poco a poco, enriqueciendo con otros homenajes a esa historia que debemos saber agradecer. Hoy agradezco la presencia de los grandes cancilleres que han aportado con mucho trabajo a nuestra Universidad: Mons. Edmundo Abastoflor; Mons. Jesús Juárez, que está en España y aseguró sus oraciones hoy; Mons. Jorge Herbas y nuestro actual Gran Canciller, Mons. Oscar Aparicio, que han aportado cada uno en una época a la construcción de esta gran obra de promoción y de evangelización que es la Universidad Católica. Y a los magníficos Sres. Rectores: el Dr. Carlos Guerque, el P. Dr. Hans van den Berg y mi predecesor Marco Antonio Fernández, que han dejado mucho de su vida al servicio de esta gran comunidad universitaria. Gracias a todos por su vida entregada a esta gran obra.

Quiero agradecer también a todos los que han hecho posible este nuevo proyecto, a todos los que han colaborado con cariño en él. Es una larga lista, pero quiero encabezarla con la mención a nuestro Gran Canciller, Mons. Oscar Aparicio, que desde el principio comprendió, acogió y apoyó este proyecto. Gracias, Mons. Oscar, y en ti a todos los que han trabajado aquí.

Un proyecto que, lejos de convertirse en un gasto para la Universidad, ha sido una inversión que ha ganado mucho desde que fue ideado. El dinero invertido ha ganado mucho más que si hubiese estado en el banco; seguirá ganando y, ojalá, dé muchos frutos en el futuro.

Hemos tardado, pero hoy es una realidad la inauguración y bendición de esta casa, que encomendamos al cuidado de Dios, de su Hijo Jesucristo, de nuestro patrón San Pablo y de nuestra Santísima Madre, la Virgen María. Ellos nos cuiden y nos ayuden a realizar bien, con honestidad y lealtad, nuestro trabajo.
Felicidades a la U.C.B. por este logro.

 

 

P. José Fuentes Cano
Rector Nacional de la U.C.B.