Es un aniversario muy importante: cumplir 40 años de este club, que practica diferentes deportes y está afiliado a las asociaciones municipales de básquetbol, voleibol y futsal.
Es un club que es orgullo de la Católica, participando en campeonatos nacionales e internacionales. Cuenta con 19 equipos en diferentes categorías: 6 equipos en los niveles máximos de las asociaciones y otros 13 conformados por adolescentes y niños.
El club tiene el orgullo —que es también el orgullo de toda la Universidad— de que muchos jugadores del mismo fueron seleccionados paceños, y varios incluso llegaron a formar parte de las selecciones bolivianas.
De todas formas, lo más importante de este club, y de toda práctica sana del deporte, está en buscar, a través del deporte, ser mejores personas, mejorar como seres humanos. El deporte promueve valores como el trabajo en equipo, la solidaridad, la mutua colaboración, la fraternidad y la cultura de paz, que tanto necesitamos.
Por ello, los entrenadores que llegan al club y son parte de la Católica deben ser profesionales capacitados en los aspectos técnicos, tácticos y estratégicos de cada disciplina deportiva; pero, además, deben contribuir a la educación en sólidos valores humanos y cristianos. Me consta, también, que varios capitanes de nuestros equipos han dejado claros estos valores en los que educamos.
La educación en la Universidad Católica no es solo intelectual ni únicamente una formación de profesionales de excelencia, sino también de personas con valores humanos sólidos. A este objetivo contribuye la práctica deportiva. Les felicito por ser buenos deportistas, por contribuir a una buena salud, por cultivar valores humanos y por dejar en alto el nombre de la Universidad Católica cuando compiten de forma sana y deportiva.
San Pablo, nuestro Patrón, en varias de sus cartas hace una comparación entre el combate que significa la vida cristiana y el deporte. Particularmente, me gusta la comparación que nos ofrece en 2 Tim 4,7-8, entre la vida y la carrera. Pero una carrera que acaba en el cielo. Dice San Pablo:
“He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida”.
La vida es esfuerzo, y el deporte nos lo recuerda. Que ese esfuerzo que ustedes realizan les enseñe que nada se logra sin trabajo, sin pelear la carrera, como dice Pablo. Que lleguen a la meta, que es Dios.
Felicidades por los 40 años. Un recuerdo a todos los que han trabajado y pertenecido al club, y que Dios les bendiga.
P. José Fuentes Cano
Rector Nacional – UCB