Eucaristía de inicio de segundo semestre en la Regional Tarija de la U.C.B.

El pasado 7 de agosto, se celebró la misa de inicio del segundo semestre de la presente gestión presidida por Monseñor Jorge Saldías, obispo de la diócesis de Tarija, para la comunidad universitaria de la Unidad Académica Regional Tarija de la U.C.B.

En su homilía se dirigió de manera especial a los estudiantes y docentes de la U.C.B. a los cuales animó a ser “discípulos misioneros y llevar la luz de Cristo a través de un auténtico testimonio de una caridad genuina”.

Pidió a los docentes evangelizar a sus estudiantes a través del testimonio del Evangelio y de su docencia; y a los estudiantes, ser luz para sus compañeros; es decir, evangelizar a sus propios jóvenes.

Homilía completa

Queridos estudiantes, docentes, autoridades y comunidad universitaria de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”, regional Tarija.

Al iniciar este Segundo Semestre del 2020, quiero hacerles llegar mis más cordiales saludos y manifestarles mi alegría de poder acompañarles en este nuevo periodo de estudios que inician.

Todos sabemos que estamos viviendo tiempos excepcionales en nuestras vidas, a causa de la crisis de la pandemia, lo cual, debe impulsarnos a despegar nuestros mayores esfuerzos y capacidades.

El Evangelio según San Mateo nos habla acerca de la luz. Para comprender mejor esta imagen de “la luz”, tengamos en cuenta que para el pueblo de Israel, era el símbolo de la revelación mesiánica que triunfa sobre las tinieblas del paganismo. Los cristianos, el nuevo Israel, reciben, entonces, una misión del Señor Jesús: con la fe y la caridad pueden orientar, consagrar, hacer fecunda la humanidad.

Todos los bautizados somos discípulos misioneros y estamos llamados a convertirnos en el Evangelio vivo en el mundo y llevar la luz de Cristo a través del testimonio de una caridad genuina. Pero si los cristianos perdemos la presencia de la luz, perdemos la efectividad.

Debemos estar atentos. Dice el Evangelio, que si tú te consideras una lámpara sin luz, porque ya no alumbras, acércate a Cristo porque Él es la luz, es Él el que da sentido a nuestra vida, Él nos hará ser lo que debemos ser y así prenderemos el fuego del amor.

El secreto está en que no nos glorifiquemos a nosotros mismos, sino a Dios; pero recordemos que somos luz, estamos hechos para brillar, que el mundo vuelva a sentir nuestra presencia, y que cuando nos vean tengan que exclamar: ¡Miren cómo brillan en el mundo, miren cómo iluminan el camino, son como una lámpara que hay que poner en lo alto, para que alumbre a todos! Somos lámpara, llevamos la luz en nosotros, pero la luz es Cristo, es a Él a quien tienen que dar gloria.

El Papa Francisco anima al docente para que ayude a encender la luz de la sabiduría del estudiante al afirmar que el docente es como el sol: «El Sol no se apaga durante la noche, se nos oculta por un tiempo por encontrarnos «al otro lado», pero no deja de dar su luz y su calor. El docente es como el Sol. Muchos no ven su trabajo constante, porque sus miras están en otras cosas, pero no deja de irradiar luz y calor a los educandos, aunque únicamente sabrán apreciarlo aquellos que se dignen «girarse» hacia su influjo”.

Queridos docentes de la Universidad Católica, evangelicen a sus estudiantes a través del testimonio del Evangelio y de su docencia. Ustedes, estudiantes, sean luz para sus compañeros; es decir, evangelicen a sus propios jóvenes. Recuerden: “Hoy Dios habla a la Iglesia y al mundo mediante los jóvenes (…). Con ellos podemos leer más proféticamente nuestra época; por esto los jóvenes son uno de los lugares teológicos” (Documento Final Sínodo de los Obispos sobre los jóvenes, N. 64).

Así, todos, como Comunidad Universitaria, fortalezcan la identidad Católica de esta casa de estudio: Ser la antorcha que alumbra nuestra sociedad, como está grabada en su propio Escudo.

Sean perseverantes en sus estudios. Dios les bendiga y acompañe.

+ Jorge Saldías Pedraza, O.P.